Sunday, May 21, 2006

Avidez de información


¿Has tenido alguna vez la necesidad de saber qué sucede en cada lugar del mundo? yo no, pero Diego un kioskero que a veces le compro el periódico los domingos, sí.

El domingo pasado me contó la historia de su afán. Esta obsesión la ha tenido desde que recuerda. Al principio, como no sabía leer, preguntaba a sus padres, aunque sin duda prefería interrogar a sus abuelos, que solían saber más y ser más pacientes con él. Aún así para satisfacer su voracidad de conocimientos, se urgió a independizarse y ser un lector precoz. Su infancia transcurrió bastante normal, más lector y retirado que el resto de los niños, pero su generosidad en la divulgación de lo aprendido, le hizo ganar un reconocimiento entre sus compañeros e incluso profesores, llegando a ser muy querido y respetado.

Ya más tarde decidió estudiar periodismo, en la se destacó por su avidez de conocimiento, y por ser un estudiante exhaustivo e inagotable, lo que lo condujo a ser uno de los mejores alumnos de su generación.

Sin embargo, una vez egresado, aunque no tuvo problemas en encontrar trabajo, ninguno le gustaba y viceversa, no le dejaban tiempo para enterarse de lo que acontecía fuera de su ámbito de actuación. Tenía que conformarse con una parte, a su juicio, bastante parcial de los hechos. Había llegado la hora de especializarse, el mundo laboral se lo exígia. Pero ¿en qué? nada era lo suficientemente interesante para desestimar el resto de las áreas y al revés. Era el todo lo que él quería. Además, al contrario que la mayoría de los periodistas, él no opinaba, no le interesaba. Total se decía, lo que ha de suceder, sucederá igual. Solamente tenía la necesidad de saberlo todo.

Así pues para Diego comenzó la época que recuerda con mayores agobios y frustraciones de su vida. Se sentía incomprendido y aturdido. Ya no sabía si él estaba errado o el mundo, siempre tan amable con él se había cansado y ahora estaba en su contra. Hasta que un día, corriendo a redacción, se detuvo en un kiosko. Desde su época estudiantil que casi ya no tenía la necesidad de comprar la prensa, en su trabajo solían disponer de más incluso de la que le diese tiempo a leer y cada vez era mayor la pila de revistas sin leer de las suscripciones por correo. El kioskero, un señor simpático, le comentó el resultado de las elecciones en Italia y el desempeño de Alonso el día anterior. Continuó su camino, aunque con un pálpito extraño, algo le había dejado entrever el amable kioskero.

El resto de la historia, ya la sabeis. Diego ha encontrado su destino. Ahora está emocionado con la próxima instalación de internet wi-fi en el kiosko. Sin duda le permitirá estar enterado de todo. Yo también estoy muy contenta de tenerlo por kioskero, ahora de camino al trabajo, he de mencionar que trabajo en bolsa, me detengo 5 minutos en su kiosko y me cuenta el panorama, yo le hago preguntas y en caso de no saber constestarlas o tener la más mínima duda me las resuleve para el día siguiente. Sospecho que mi jefe, sin saberlo, también está muy contento de que yo conozca a Diego.

4 comments:

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El cruce de hoy en día es claro... información V/S conocimiento.
Estar informado es saber cosas del mundo, tener conocimento es hacer cosas en el mundo.
Hoy en día, cuánta información nos bombardea. Tal como le pasaba al personaje que se le acumulaban las revistas sin leer. Parece que se nos faltaran vidas para abarcarlo todo.
Soy un fanático de los relatos de las Mil y una noche, de la fantasía de los cuentos, del poder sanador de la palabra.
Ahí se dice que las verdades fundamentales se pueden escribir en el ala de un colibrí y yo agregaría: y sobra espacio.
Lo que nos falta es tiempo y claridad para aplicarlo en nuestras vidas, transformándolo así en conocimiento práctico. (Firma... un amigo de Cristina Montes)